Santa María,
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la Misericordia,
Madre de la divina gracia,
Madre de la Esperanza,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Madre de misericordia,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Alivio de los migrantes,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Editor
Adoro te devote (traducción al español)
Te adoro con devoción, Dios escondido,
que estás aquí verdaderamente, oculto bajo estas apariencias.
A Ti se somete mi corazón por completo,
pues al contemplarte cae rendido totalmente.
Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto,
pero basta el oído para creer con firmeza.
Creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios:
nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.
En la Cruz se escondía sólo la Divinidad,
pero aquí se esconde también la Humanidad.
Sin embargo, creyendo y confesando ambas cosas,
pido lo que pidió el ladrón arrepentido.
No veo las llagas como las vio Tomás,
mas como él te llamo: «Dios mío».
Haz que siempre crea más en Ti,
que espere más en Ti, y que te ame cada día más.
¡Oh Memorial de la muerte del Señor!
Pan vivo que das vida al hombre:
concede a mi alma que viva de Ti
y que siempre saboree tu dulzura.
Oh Señor Jesús, Pelícano bueno,
límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre,
de la que una sola gota puede liberar
de todos los crímenes al mundo entero.
Oh Jesús, a quien ahora contemplo entre velos,
te ruego que se cumpla lo que tanto ansío:
que al mirar tu rostro cara a cara,
sea eternamente feliz con la visión de tu gloria.
Amén